Desde ASPACE Madrid, organización de entidades que trabaja por y para las personas con parálisis cerebral y sus familias en la Comunidad de Madrid, queremos manifestar nuestra preocupación por la vuelta a las aulas de los alumnos y alumnas con discapacidad tanto en la modalidad de educación especial como en la ordinaria. Si bien celebramos que, para la Comunidad de Madrid, la educación especial sea una prioridad, ahora y siempre.
Si algo hemos aprendido durante estos meses es que el virus ha provocado una crisis de valores, además de la crisis sanitaria y económica, y ha puesto a prueba nuestra capacidad de reacción como sociedad en todos los ámbitos de la vida. Una capacidad, que en muchos aspectos ha sido insuficiente para garantizar el derecho a la educación de las personas con discapacidad sin discriminación en igualdad de oportunidades.
Los centros de educación especial de nuestra red hicieron un esfuerzo sobrehumano para adaptar los materiales educativos al ámbito tecnológico, creando nuevas plataformas, preparando todo tipo adaptaciones y apoyos para dar respuesta a las necesidades de cada alumno y realizando un seguimiento activo con cada familia.
Tras el fin del curso escolar, ha tocado hacer autoevaluación, para adelantarnos, en la medida de los posible, a la “nueva normalidad” de cara al nuevo inicio de curso.
Durante estos meses de julio y agosto, los centros han desarrollado protocolos de actuación, han dado cursos a sus profesionales en materia de seguridad, higiene y detección de posibles casos, se han realizado obras en los centros para garantizar las medidas de seguridad establecidas por los organismos oficiales, se ha hecho acopio de materiales de protección y han buscado las herramientas tecnológicas necesarias para que, los alumnos en riesgo de exclusión, puedan acceder a la formación online en caso de que se suspendan las clases presenciales.
Un trabajo que no ha contado, aún, con el respaldo de los organismos pertinentes y que supone un desembolso económico al que no pueden hacer frente las familias ni las entidades, sin la financiación adecuada por parte de las administraciones públicas.
Desde ASPACE Madrid confiamos en que los 370 millones de € de inversión para el curso escolar 2020/21 anunciados por la presidenta de la Comunidad de Madrid, hayan tenido en cuenta la inversión realizada por nuestros centros y la pueda subsanar lo más rápidamente posible.
Además nos preocupa mucho el futuro de los alumnos y alumnas con parálisis cerebral que acuden a centros de integración en modalidad ordinaria, ya que durante el confinamiento hemos detectado la interrupción de todo el sistema de prestación de apoyos, se ha dificultado la elaboración y aplicación de adaptaciones curriculares, ha habido una clara discriminación y menosprecio de sus derechos y se ha hecho casi imposible la aplicación de parámetros de diseño universal del aprendizaje, derivando en una clara inaccesibilidad de estos alumnos a los contenidos digitales.
“Estaremos vigilantes para saber si el alumnado con parálisis cerebral que acude a los centros de educación ordinaria tienen el refuerzo que necesitan para recuperar el desfase curricular que se haya podido dar en el último trimestre del curso escolar anterior, y sería especialmente interesante poder dotarles de un personal de apoyo que sea su referente en caso de un nuevo confinamiento, para evitar que se vuelvan a producir situaciones como las vividas meses atrás, cuando se sintieron abandonados y menospreciados”, ha señalado Agustina Borrás, presidenta de ASPACE Madrid.
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