Confederación ASPACE es la entidad representativa del movimiento asociativo de las personas con parálisis cerebral y discapacidades afines, así como de sus familias, cuyas entidades gestionan 42 Centros de Educación Especial que dan un servicio especializado de enseñanza a más de 2.100 niños, niñas y jóvenes.
Ante la inquietud generada por las noticias, declaraciones y comentarios aparecidos en medios de comunicación, redes sociales y otros canales sobre un supuesto cierre de los Centros de Educación Especial, consideramos necesario mostrar nuestro posicionamiento:
- ASPACE apuesta por una educación a la medida para cada alumno, que debe incorporar como principio básico la atención centrada en la persona y el apoyo a las necesidades específicas de cada uno, tenga o no tenga discapacidad. El derecho de las personas con discapacidad a la educación debe ir acompañado de la modalidad de escolarización que garantice su bienestar y calidad de vida.
- Es imprescindible impulsar una reforma global del sistema educativo que tenga en cuenta a todas las personas. Esto permitiría avanzar en un modelo educativo inclusivo para cualquier alumno, donde se trabaje el aprendizaje, la participación y la convivencia. La diversidad del alumnado, y concretamente del alumnado con necesidades educativas especiales (n.e.e.), se manifiesta en diferentes capacidades y distintas necesidades, lo cual implica respuestas educativas que contengan los apoyos que requieren.
- Los Centros de Educación Especial deben ser reconocidos como agentes favorecedores de la inclusión. No es el espacio físico el único indicador de inclusión: existen metodologías, entornos y estrategias impulsoras de la promoción de la igualdad de oportunidades.
- Hablar de inclusión, en términos de “incluir a todos los alumnos con necesidades educativas especiales en escuelas ordinarias”, no asegura la respuesta educativa adecuada del alumnado con n.e.e. por razón de discapacidad ni ofrece en sí misma una igualdad real de oportunidades.
- El sistema educativo no se transforma con la desaparición de los Centros de Educación Especial. La atención especializada en el ámbito educativo no es obstáculo ni impedimento para la educación inclusiva de las personas con discapacidad. Su existencia no contradice el compromiso de favorecer un sistema educativo inclusivo, siempre que su permanencia esté justificada por elementos fundamentales que se establecen igualmente en otros artículos de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, aprobada el 13 de diciembre de 2006 por las Naciones Unidas, así como de la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada por las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989.
- El cierre de los Centros de Educación Especial, sin una profunda reforma del sistema educativo, dotada de la partida presupuestaria acorde a los recursos que se precisan y sin contemplar alternativas a la escolarización del alumnado con altas necesidades de apoyo, es una violación de sus derechos y los de sus familias, además de un retroceso en su atención integral. Los Centros de Educación Especial constituyen en la actualidad una modalidad de escolarización que debe ser propuesta por un equipo multidisciplinar y consensuada necesariamente con la familia para ofrecer al alumno la mejor respuesta educativa, basada en sus capacidades.
- Hay que hacer una inversión decidida en recursos humanos y materiales, así como formación, para garantizar los recursos necesarios al alumnado con discapacidad con mayores necesidades de apoyo. El alumnado con necesidades de apoyo extenso y generalizado precisa también de recursos de atención sociosanitaria, con los cuales no se cuenta actualmente en los centros ordinarios. Estos apoyos específicos en el sistema de enseñanza, necesarios para las personas con parálisis cerebral y discapacidades afines, se extienden más allá del aula y tienen que ver con la accesibilidad integral (instalaciones, transporte, equipamiento, actividades), con las ratios de profesorado y su formación específica, así como una comunidad educativa abierta, receptiva y consciente.
Por todo ello, ASPACE solicita:
- Una visión realista de la situación y un diálogo abierto con la participación de todos los agentes implicados, y con el tiempo necesario para garantizar un proceso de reforma del sistema educativo que respete los derechos de los alumnos con necesidades especiales.
- El cese de los mensajes alarmistas que únicamente causan preocupación a las familias de niños y niñas con parálisis cerebral y discapacidades afines, y perjudican a entidades del movimiento asociativo y al colectivo.
Así mismo, invitamos a las administraciones públicas competentes en materia educativa a que expongan a la sociedad sus planes y propuestas para lograr una educación de calidad e inclusiva.
Confederación ASPACE continuará trabajando por una escuela donde se respete la diversidad, una escuela que sea un lugar de APRENDIZAJE, CONVIVENCIA Y PARTICIPACIÓN, donde cada alumno avance a su ritmo, en función de sus características y según sus intereses y posibilidades, velando siempre por los derechos de las personas con mayores necesidades de apoyo y de sus familias.
Madrid, a 29 de Marzo de 2019
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